Sta. Perpetua de Mogoda, 29 junio 2010
Eximio maestro,
me llamo Claudia Fasano, tengo quince años, soy hija de padre italiano y madre española y vivo en Italia, exactamente en Catanzaro, ciudad del profundo sur, lejano de los grandes acontecimientos musicales. Me gusta la música, en el colegio he estudiado guitarra e inevitablemente he cruzado la frontera hacia el flamenco que es la máxima expresión musical para este instrumento. He recorrido una senda para mí muy dificil y llena de obstáculos que me ha llevado a tocar este maravilloso género con mi guitarra de forma amateur. Naturalmente usted ha llegado a ser mi maestro virtual, con la compra de los cd de: Antología, Entre dos aguas e Hispano América y con el auxilio de algunos filmados visualizado en you tube, he emprendido de modo muy elemental pero con profundo amor y entusiasmo el estudio de sus piezas. Mi voluntad de aprender y mi metódico empeño me han hecho cumplir discretos progresos, mucho de inducirme a búsquedas más profundizadas por una progresiva mejoría de la técnica. Mi sueño, desde siempre exteriorizado a mis padres, ha sido asistir a un concierto suyo y así que lo seguí en Internet en todas sus giras: Roma, Aosta, Sevilla, Madrid, Barcelona, Francia, Japón... con la esperanza de poder verle tocar en directo. Habrá sido por mi empeño y mi dedicación a los estudios confortados por excelentes resultados que mis padres han decidido hacerme vivir mi sueño hecho realidad. Han hecho coincidir el período de permanencia en casa de la familia que mi madre tiene en la Florida de Sta. Perpetua de Mogoda con uno de los dos días de sus conciertos en Barcelona dandome una agradable sorpresa. Me han anunciado que ibamos a asistir al concierto del día 27 al Teatro del Liceu de Barcelona. Verle tocar en directo ha sido por mí una experiencia maravillosa, un éxtasis de felicidad, le he seguido desde un sillón situado al 5° piso de este templo de la música, con unos prismáticos que me han servido a hacerme sentir más cerca a su impecable grupo, el sucederse piezas como: Callejon del muro, La Barrosa, Ziryab, La Cañada, Entre dos aguas... me han hecho vivir intensas e inolvidables emociones, los artistas de su grupo tocaron y con el bailaor en perfecta simbiosis con las notas de su musica y nos habeis enviado al delirio a todos nosotros, le hemos aclamado continuamente hasta su vuelta sobre el escenario para la ejecución de la última pieza con la que se ha acabado el concierto. A la salida del teatro una veintena de sus admiradores, de los que formo parte, estuvimos esperando para exteriorizarle nuestra admiracion con un saludo, un apretón de manos, la solicitud de un autógrafo... pero la espera ha sido vana. Yo tuve conmigo el programa del 21° festival de guitarra y deseé solicitarle un autógrafo sobre la foto que tiene en la penúltima página del libro sin la intencion de molestarle. Las otras personas notando la ansiedad y la alegría espontánea y desinteresada con las que lo esperé y gracias también a mi joven edad acordaron cederme el paso a las solicitudes de todos. A medida que los miembros de su grupo iban saliendo accedieron a nuestras sencillas peticiones con extrema cortesía y consideración, partiendo desde la base del respeto hacia la persona y el artista. Sólo usted ha preferido ir por una salida que le ha permitido sortear el reducido número de admiradores que le esperabamos y que sólo le habría robado unos pocos minutos de su precioso tiempo. A pesar de esta actitud que no sé si definir de divismo o excesiva cautela hacia sus admiradores, siempre escucharemos sus piezas, querremos siempre su música, le estimaremos en todo caso como artista, pero no tendremos un recuerdo suyo como persona sino como un artista convertido en leyenda.
Atentamente
Claudia Fasano
Mitt. Claudia Fasano
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