Yo a mí me parece que a este niño le da igual tocar con cejilla que sin ella. Pero qué desparpajo, Dios míoooooo. Pero si desde que empieza con el Ziryab (desde la primera nota), ya le imprime su sello personal. Fijaos por ejemplo en el min. 1:09 del Ziryab. Esa parte, no se suele cambiar. Pues él la toca a su manera. ¡¡¡¡ Y quéeee manerasssss!!!!. Y por bulerías, pa qué vamos a hablar. IMPRESIONANTE de cabo a rabo.
Bienaventurados los que lo tienen claro, porque de ellos será el reino de los ciegos (J.M. Serrat)