por Juan Cano » Jue May 26, 2011 4:44 pm
Muy buenas falsetas, Miguel. Buenísimas de verdad. Esas te las pillo de toas maneras, jajaja.
Lo que me pasa a mí es lo que a tí, que tardo menos en componer las mías que en sacar la de los demás. Yo creo que se trata de que cuando más o menos tienes una idea, la vas adaptando a tu técnica, a tu mano derecha y a la izquierda, y se van buscando las armonías dentro de nuestro radio de acción (tanto en la mano izquierda como en la derecha). A mí lo que me pasa es que si me pongo a sacar algo de algún gran maestro, pues eso, que me lleva por terrenos que no domino tanto. Eso es bueno para mejorar en técnica. Si solamente se toca lo de uno mismo, de ahí no se sale. Si te metes en los terrenos que suelen pisar otros, pues eso que te encuentras a la hora de aplicarlo a lo tuyo.
El otro día, por ejemplo, me puse a sacar de oido y vídeos la rondeña "Elegía a Ramón Sijé" del Maestro Sanlúcar. Pues bien, hasta el trémolo, dominado. Pero cuando llega el trémolo, me cagooooooo: es un trémolo similar al de "Oración" (sin bajos cada 4 notas, sino ocasionales). Y ahí me quedé atascao. Ahora bien: si a mí no me hubiera dado nunca por sacar esta rondeña, nunca hubiera practicado este trémolo, ni lo hubiera llevado a ninguna composición mía. Quién sabe, puede que algún día lo consiga. Si lo consigo, subo un vídeo, ¿vale?.
Mientras tanto, ahí estoy liado con unas alegrías mías (en Mi M), que el final de una falseta me tiene atascao, que no lo encuentro ni pa la mar. Ya las subiré también cuando la termine.
Ah, y después de todo este rollo que acabo de largar, lo que te quería decir desde el principio, Miguel, que me lío me lío y me voy por los cerros de Ubeda: lo de tocar sin cejilla. Yo llevo ya algún tiempo que todo lo practico sin cejilla (aunque sea por medio). Así se me abre más la mano izquierda y la pulsación se fortelece. Luego, cuando le pones la cejilla al tres, te parece todo mucho más fácil. Te lo aconsejo, Miguel.
Venga, saludos a todos, fenómenos.
Bienaventurados los que lo tienen claro, porque de ellos será el reino de los ciegos (J.M. Serrat)