Después del mazazo viene la reflexión. Paisano, allí donde estés ahora, lejos de la algarabía, con tu mar como despensa y sus peces como comida, te digo que soy más o menos de tu quinta, que cuando chico (en Algeciras no somos pequeños, somos chicos) me inquietaba no saber que había detrás de ese Peñón que se veía pegado al cielo al fondo de la playa del Rinconcillo (era la mejor playa del mundo), y con muy poca edad compuse un poema a mi tierra como tú compusistes Entre Dos Aguas. Todavía me emociono escuchar el tuyo y, dentro de de mi poca edad de entonces, también el mío. Ahí va, hermano. Va por tí.
"Yo nací donde el pez,
donde el músico celebra los poderes de Mahoma,
donde el cristiano conduce el carro y la mula torda,
donde se llega a creer el vacío...
...allí donde la luna asoma"
Después me dediqué a la arquitectura y dejé la poesía. Algeciras salió ganando.
Siempre te recordaré, hermano. La muerte no es el final.